Sin amor no hay magia by Silvia García Ruiz

Sin amor no hay magia by Silvia García Ruiz

autor:Silvia García Ruiz [García Ruiz, Silvia]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico, Humor
editor: ePubLibre
publicado: 2023-09-27T00:00:00+00:00


* * *

Cuando abrí los ojos vi junto a mí a un hombre que, al igual que yo, contemplaba con una sonrisa nuestras manos todavía unidas por el meñique.

—Veo que en esta ocasión no has huido de mi cama —dijo recordándome la primera vez que nos habíamos acostado.

—No puedo: aún estamos atados —declaré, ofreciéndole una excusa realmente mala a la vez que movía burlonamente el dedo meñique, deshaciendo al fin el delicado nudo que nos había mantenido unidos.

—Bien, ahora ya puedes correr a donde quieras —anunció Alex al tiempo que abría los brazos, esperando que me alejara de él y que anunciara que nuestro encuentro había sido un nuevo error.

—No te preocupes, eso haré…

Y, sorprendiéndolo, no me fui a ningún lado, sino que simplemente me hice un hueco entre sus brazos, apoyé la cabeza en su pecho y recibí la respuesta que quería oír de su acelerado corazón.

—¿Estás segura de que quieres quedarte aquí? —me preguntó señalando mi teléfono, que comenzaba a sonar con el tono de llamada de mis amigas.

—Sí —confirmé ocultando el rostro debajo de las sábanas, intentando huir de esa llamada y de mis amigas, a las que, sin duda, en un momento u otro tendría que enfrentarme.

—Pues no puedes, porque tenemos que volver al trabajo —anunció él después de mirar la hora en su móvil, tras lo que se levantó de la cama y me arrebató las sábanas, dejándome sin un lugar donde esconderme de esa llamada—. Voy a ducharme primero. Mientras tanto, creo que sería mejor que hablases con tus impacientes amigas antes de que piensen que te ha ocurrido algo y comiencen a intentar contactar conmigo a través de alguno de mis amigos.

—No, no se atreverían a tanto… —declaré, logrando que Alex alzara irónicamente una ceja mientras me enseñaba su teléfono, donde vi un mensaje de uno de sus contactos que le preguntaba por mí, advirtiéndole que, si no conseguía ningún tipo de información sobre mi paradero o situación, Kelsie tomaría represalias contra él—. Sí, sí se atreverán —rectifiqué tras soltar un gran suspiro. Y, siendo consciente de que las amenazas de Kelsie nunca eran en vano, me apresuré a contactar con ella.

Mientras Alex estaba en el baño, llamé a mi desquiciante amiga y me paseé por la habitación con la camisa de él por toda indumentaria, intentando inventarme una excusa lo suficientemente buena como para evitar revelarle a Kelsie que me había vuelto a acostar con mi jefe.

Y cuando ya tenía planeada en mi mente una maravillosa historia que me serviría de justificación a por qué tardaba tanto en responder a sus llamadas aludiendo a mi responsabilidad y mi arduo trabajo, mi amiga no me dio tiempo a abrir la boca antes de mostrar lo bien que me conocía.

—Te has vuelto a acostar con ese tipo, ¿verdad?

—Me niego a contestar a ninguna clase de interrogatorio a no ser que sea en presencia de mi abogado.

—¿De verdad? Tu abogado es tu madre…, espera un momento: voy a llamarla y la metemos en una llamada



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.